La luz es tan libre como el espíritu mismo. Fugaz y espontánea como un segundo de sentimientos. Pero tiene, a la vez, la propiedad de ser eterna, de grabarse en nuestras retinas y volver a aparecer vez tras vez, retrayendo nuestros sentimientos como si fuesen los de ese primer momento.
Nuestros personajes tienen la característica de ser como la luz misma, de ser un instante en una eternidad y una eternidad en un instante. Psicológicamente cargados pero internamente vacíos, los personajes de nuestra historia trataran de encontrar el momento en el cual se sientan satisfechos, sin importar el costo para conseguirlo. La decadencia aparece en el mismo instante en que termina el éxtasis. Ese nuevo vacío. Esa eterna frase antagónica que hace eco en el ser de cada persona, “quiero mas..¿quiero más?”. La respuesta es definitivamente. Quieren ese momento que les haga olvidar lo patético de sus vulnerables vidas. Y la presencia de la luz en nuestro proyecto se los hará recordar. La frase se transformará en luz. La luz también será éxtasis.
Mis esfuerzos los voy a volcar en esto. En manejar y modelar la luz de manera tal que se generen altos contrastes, que se oculten cosas que no son importantes para dar lugar a nuestros personajes, o mejor que exterioricen los sentimientos de nuestros personajes. Un máximo de cuatro zonas se encargaran de conformar la imagen. Se tendrán en cuenta estéticas del expresionismo alemán, como así también del minimalismo. Luego se trabajará la imagen de saturándola para lograr un ambiente frío. La luz nos hará recordar que “Il n’y a rien de plus pathétique que le sens commun” (V.B)
